"Brasil no es un país pobres, es un país injusto" dijo Fernando Enrique Cardoso antes de asumir la presidencia de Terra da Felicidade. Lo demuestra en la riqueza cultural de su gente, en el dolor y la esperanza de sus trabajadores nordestinos, en la voz de los niños que vengan por sus calles revolviendo la basura o ejerciendo la prostitución.
María Esther Gilio, que convirtió el reportaje en un género mayor del Río de la Plata, indagó la realidad brasileña por primera vez en 1966. Casi treinta años después entrega un fresco humano donde la miseria y la belleza, la crueldad y la inocencia disputan la emoción de diálogos más eficaces que cualquier discuso. Los escuadrones de la meurte, las continuas migraciones en el país más grande del mundo, el denominado círculo del cangrejo o la era del hombre rata, han sido retratados con la nerviosa y penetrante agudeza de la gran reportera.
Terra da felicidade abre un caudaloso río de preguntas sobre el destino de Brasil y de América Latina. María ESther Gilio vuelve a recordarnos en sus páginas que preguntar es el arte de atrapar loq eu el interpelado ignora, el círculo imponderable de su capacidad de dicha y de experiencia." Carlos María Dominguez. Contratapa.