Hablar de piedras pero "sin estridencias". Hablar de recuerdos, con saberes diversos, con experiencias, con metáforas, pero "sin estridencias". Modulando la lengua a la medida de las piedras, con un ritmo que evoca el rodado de los cantos modelados en los ríos, "Piedras" busca hacer de todas y cada una de las piedras la concentración exacta de lo incomprensible. "Esa" piedra - la del camino, la del zapato, la que se arroja al río, la que se junta sin por qué, la que se saborea en la boca, la que pisa los papeles, la que se mueve enloquecida- ostenta su permanencia y así, tan insensible cuanto insensata, se burla de lo perecedero y parece decirnos que ella sí estará ahí cuando lo demás no. Esa piedra, cualquiera sea, se mostrará aquí como la condensación material de lo imposible, de lo inexperimentable, del exceso ante el que los cuerpos ceden en la forma de un corazón que se parte, de una mano que concede su fuerza, de una mirada que talla su desconsuelo. Hablar de piedras implica abrir un catálogo de cualidades, respuestas, formas, figuras, símbolos, en correlación con una física, una química, una economía, una filosofía, una política, y hasta una ética de la piedra. "Ser una piedra": ese pedido imposible entrama los poemas de este libro para recorrer las imágenes de lo que se sabe ya perdido y no duele con el dolor de lo que se quiebra sino con la templanza de lo que se suelta. Si las piedras tienen memoria o no, si tienen sensibilidad o no, si tienen lenguaje o no, son cuestiones que este libro visita sin rispideces, buscando el momento exacto donde el corazón expuesto de la piedra partida dé cuenta menos de su dureza que de su flexibilidad. No el imperativo de ser de piedra sino el pedido de "ser una piedra", de saberse en las plasticidad de lo que se moldea por el tiempo, de experimentar el pasaje del peso incalculable a la liviandad de un gramo de arena, partícula singular por la forma más bella que le dan los vientos y el amor cuando acarician la superficie sensible y queda la piel expuesta, del poema exacto. Piedras ofrece, delicadamente, un corazón partiéndose como una piedra, un cuerpo adornándose con piedras, la ..... haciendo el juego de las piedras, un poema engarzando las palabras con piedras, una mujer tallando en su escritura lo irreversible del brillo, de.... haz luminoso que nos toca cuando la piedra desafía a la lengua y la ... devuelve cada vez su misterio contratapa